Motivaciones

Cada Semana, proponemos un texto, que nos motive y ayude en nuestro cometido diario, y pido, si es posible, que lo comentemos entre todos, para sacar el màximo jugo de él.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Cruce del Rio

>. Había una vez dos monjes Zen que caminaban por el bosque de
regreso al monasterio. Cuando llegaron al río, una mujer lloraba
en cuclillas cerca de la orilla. Era joven y atractiva.
—¿Qué te sucede? –le preguntó el más anciano.
—Mi madre se muere. Ella está sola en su casa, del otro
lado del río y yo no puedo cruzar. Lo intenté –siguió la joven—
pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro
lado sin ayuda... pensé que no la volvería a ver con vida. Pero
ahora... ahora que aparecisteis vosotros, alguno de los dos
podrá ayudarme a cruzar...
—Ojalá pudiéramos –se lamentó el más joven—. Pero la
única manera de ayudarte, sería cargarte a través del río y
nuestros votos de castidad nos impiden todo contacto con el
sexo opuesto. Eso está prohibido... lo siento.
—Yo también lo siento –dijo la mujer y siguió llorando.
El monje más viejo se arrodilló, bajó la cabeza y dijo:
—Sube.
La mujer no podía creerlo, pero con rapidez tomó su atadito de
ropa y montó a horcajadas sobre el monje.
Con bastante dificultad el monje cruzó el río, seguido por
el otro más joven.
Al llegar al otro lado, la mujer descendió y se acercó en
actitud de besar las manos del anciano monje.
—Está bien, está bien –dijo el viejo retirando las manos—
, sigue tu camino.
La mujer se inclinó en gratitud y humildad, tomó sus
ropas y corrió por el camino al pueblo.
Los monjes, sin decir palabra, retomaron su marcha al
monasterio.
...Faltaban aún diez horas de caminata.
Poco antes de llegar, el joven le dijo al anciano:
—Maestro, tú sabes mejor que yo de nuestro voto de
abstinencia. No obstante, cargaste sobre tus hombros a aquella
mujer todo el ancho del río.
—Yo la llevé a través del río, es cierto, ¿pero qué pasa
contigo que la cargas todavía sobre los hombros?

En este cuento, se plantea: La importancia de no dejar las cosas a medias y de los peligros de ocupar la mente con cosas no resueltas.

1 comentario:

  1. Yo entiendo esta entrada como que en ciertas ocasiones tienes que tomar decisiones que van en contra de decisiones que tomaste en un pasado... La vida va pasando y, en cada momento, la decisión que tome, aun cuando contradiga las anteriores, es la que has tomado. Así que sigue adelante con las decisiones tomadas en el presente. Vive el presente y no el pasado.
    Cada monje ha tomado una decisión: el primero el mantener sus votos (lo que no tiene es que arrepentirse constantemente por no haber cruzado a la mujer, ya que es su decisión). El segundo, cruza a la mujer, aun en contra de sus votos (lo que no tiene que hacer es martirizarse por no haber mantentido sus votos). Un saludo desde Toledo.

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