Motivaciones

Cada Semana, proponemos un texto, que nos motive y ayude en nuestro cometido diario, y pido, si es posible, que lo comentemos entre todos, para sacar el màximo jugo de él.

viernes, 15 de octubre de 2010

El Leñador Tenaz

Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel.
El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó 18 árboles.

- Te felicito -le dijo el capataz -. Sigue así.

Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó bien temprano. A la mañana siguiente, se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más de 15 árboles. - Debo estar cansado - pensó. Y decidió acostarse con la puesta de sol.

Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de 18 árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron 7, luego 5, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol. Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento. El capataz le preguntó: "¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?".

- ¿Afilar? No he tenido tiempo de afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles.


Y vosotros... ¿habéis tenido tiempo para afilar el hacha?

Es muy frecuente concentrarte tanto en la tarea, que se te olvida hacer un alto y pensar como se puede hacer mejor, hacemos lo que hacemos todos los dias y es increible como en ocaciones no se logra la perfeccion o la excelencia siendo algo que se repite dia a dia.
Asi como el leñador le pregunto a su capataz, es importante preguntarle a los veteranos o expertos cómo podemos ¨cortar mas arboles¨ y nos daremos cuenta que es algo tan simple como afilar nuestras herramientas-


Mírate a ti mismo Angel José, si no tienes que afilar algun hacha
¿De qué sirve, empezar con un enorme esfuerzo que pronto se volverá insuficiente? Cuando me esfuerzo, el tiempo de recuperación nunca es suficiente para optimizar mi rendimiento. Descansar, cambiar de ocupación, hacer otras cosas, es muchas veces una manera de afilar nuestras herramientas. Seguir haciendo algo a la fuerza, en cambio, es un vano intento de reemplazar con voluntad la incapacidad de un individuo en un momento determinado, y a veces nos puede llevar a la ANSIEDAD

Este cuento de Jorge Bucay se lo dedico además a los estudiantes (Mario y Hugo) que se esfuerzan tanto para hacer un trabajo o aprobar los exámenes. A todos ellos les envio fuerza y ánimo!!!!

1 comentario:

  1. Efectivamente de vez en cuando hay que pararse a reflexionar. Y, esta parada no debe de ser cuando las cosas no están funcionando durante un tiempo (puede que sea tarde), sino que nos tendríamos que programar unas paradas para reflexionar cada cierto tiempo.
    Por otra parte, cuando comenzamos a hacer una cosa y, la hacemos mucho mejor que los demás, deberíamos reflexionar por qué la hacemos mejor, para no caer en una rutina que al final nos pueda llevar a no tener ese éxito inicial.
    Es verdad que tenemos que echar semillas para que nos consideren alguien en la vida, pero no podemos parar de seguir sembrando, pues de lo contrario llegaremos al fracaso.
    Hay que estar sembrando (afilando el hacha) constantemente.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar