Motivaciones

Cada Semana, proponemos un texto, que nos motive y ayude en nuestro cometido diario, y pido, si es posible, que lo comentemos entre todos, para sacar el màximo jugo de él.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Piedra de Toque


Cuando la gran biblioteca de Alejandría se quemó, dice la leyenda, que un libro se salvó. Pero no era un libro valioso; así que un hombre pobre que podía leer un poco, lo compró por unos cuantos centavos.

El libro no era muy interesante, pero entre sus páginas había algo de veras interesante. ¡Era una delgada lámina de pergamino sobre el cual estaba escrito el secreto de la “piedra de toque”!

La piedra de toque era una piedrecilla que podía convertir cualquier metal común en oro puro. La escritura explicaba que yacía entre miles y miles de otras piedrecillas que se veían igual que ella. Pero el secreto era este: la piedra genuina estaría cálida, mientras que las demás están frías. Solo había que buscarla.

Así que el hombre vendió sus pocas pertenencias, compró algunos suministros básicos, acampó en la playa y comenzó a probar las piedrecillas.

Él sabía que si recogía piedras ordinarias y las tiraba de nuevo por estar frías, podría recoger la misma piedrecilla cientos de veces. Así que cuando sentía que una estaba fría, la tiraba al mar. Invirtió un día completo haciendo esto, pero ninguna de ellas resultó ser la piedra del toque. Sin embargo él continuó haciéndolo. Recogía una piedrecilla. Fría: la tiraba al mar. Recogía otra. La tiraba al mar.

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. Un día, sin embargo, después del mediodia, recogió una piedrecilla y esta estaba caliente. La tiró al mar antes de darse cuenta de lo que hacía. Había desarrollado un hábito tan fuerte de tirar cada piedrecilla al mar que cuando encontró la que buscaba, la tiró cuando se percató que la última esta caliente ya era muy tarde..

Así pasa con la oportunidad. A menos que estemos atentos, es fácil fallar en reconocer una oportunidad cuando se nos presenta y es igual de fácil echarla por la borda.

domingo, 3 de abril de 2011

Un hombre vivía con un gran dilema en su vida


Un día desesperado por no terminar tomando la decisión más sabia acudió a un mago para que le aconsejara. Tras escuchar su problema, el mago le dijo: - mira para que tomes la decisión más sabia toma esta piedra, sube a lo alto de aquella montaña que ves allí y desde la cima lanza la piedra hacia arriba, hacia el cielo y escucha atentamente mis instrucciones: Si la piedra cae sobre el lado derecho de tu persona significará que NO estás haciendo las cosas bien, que algo te impide ver la verdadera dimensión de todo, que has de tomar tu decisión fijándote en otros aspectos que hasta ahora no has contemplado en el problema. Mira a tu derecha, y da un firme paso. En ese preciso instante acudirá a tu pensamiento la decisión más sabia. Si la piedra cae sobre el lado izquierdo de tu persona, significará que SI estás haciendo las cosas bien, que has de seguir tu instinto y reforzarte en la postura que desde un principio te has marcado, que has de tomar tu decisión fijándote sólo en esa realidad para no confundirte con otro tipo de realidades que no van contigo. Mira a tu izquierda, y da un firme paso. En ese preciso instante acudirá a tu pensamiento la decisión más sabia. El hombre satisfecho ante las palabras del mago se alejó de allí despidiéndose de él con enorme gratitud. Al llegar a la cima de aquella montaña, muy serio miró aquella piedra y lanzándola con gran ímpetu hacia el cielo se dijo con confianza: ¡vamos allá! ¡tú me dirás cuál es el mejor paso!. Pasaron muy pocos segundos cuando de repente la piedra golpeó en el centro de la cabeza del hombre provocándole un dolor insoportable que le obligó a caer al suelo. ¡Ay¡, ¡ay!, ¡ay! gritó el hombre dolorido por el impacto. Arrodillado y llevándose las manos a la cabeza notó por la humedad de sus manos que estaba sangrando y trató de taponarse la herida con un pañuelo. Luego muy despacio y aún aturdido se levantó del suelo y tras unos minutos de recuperación se fue con gran enfado a buscar al mago. - ¡Me has engañado! le dijo el hombre al mago con rabia en los ojos, contándole con todo detalle todo lo que había sucedido. - ¿Hacia qué lado cayó la piedra después de golpearte en la cabeza?, dijo el mago con mucho tranquilidad. Entonces el hombre muy desconcertado y con la voz muy baja acertó a decir: - no recuerdo, es que el dolor fue tan grande, que eso ¡no puedo recordarlo!. El mago entonces le tomó de las manos y le dijo así: así es la vida, mientras andamos pendientes de tomar en todo momento la decisión más sabia, no nos damos cuenta de que es nuestra propia inmovibilidad la que nos provoca más daño.

¡Da un paso hacia adelante en tu vida!!,nadie te garantiza que vayas a dar el mejor paso, pero tal vez de todos ellos ese sea el paso más sabio, quedarse parado no es la solución.


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"El momento en que evitar el fracaso se convierte en tu motivación, caes en el paso de inactividad. Sólo tropiezas si te estás moviendo"

domingo, 27 de marzo de 2011

LA TORTUGA Y LA LIEBRE


Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.


Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.



Pero la historia no termina aquí: la liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.


Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.



Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.


Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.



Pero la historia tampoco termina aquí: el tiempo pasó, y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.


Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.


La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: ¡cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos... y obtenemos mejores resultados!


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible."

domingo, 20 de marzo de 2011

El Aguila y la Tormenta

Cuando alguien desde la tierra ve a un águila, volando directamente hacia un temible frente de tormenta, podría pensar en la "tonta" decisión del animal, que no huye del fenómeno. Sin embargo desde la altura, la realidad del águila es muy distinta.

¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de que empiece?

Ella sabe que lo mejor que puede hacer es no dejarse perseguir por las nubes amenazantes.

Muy por el contrario sabe que si la enfrenta, la corriente ascendente generada por el mismo viento la empujará hacia arriba y, luego de soportar durante un centenar de metros el torbellino y la oscuridad de las nubes, por fin saldrá al cielo despejado, verá el sol y habrá dejado la temible tormenta a sus pies...

El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa la tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta.

De la misma manera, cuando nos veamos amenazados por un problema, lejos de tratar de huir temporalmente, en cuyo caso seremos perseguidos constantemente por él, podemos elegir enfrentarlo desplegando nuestras alas, tomando conciencia de nuestra grandeza, de todo nuestro potencial y de
nuestras capacidades reales...

Cuanto mayor sea el problema, más necesitamos desplegarnos para enfrentar las circunstancias teniendo confianza en que nosotros podremos soportar los momentos tumultuosos convencidos de que el sol y la claridad nos estarán esperando más adelante.


El ave canta, aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas. De la misma manera cuando el águila afronta los momentos culminantes de su vida, cuando avizora el final de su existencia, lejos de amedrentarse,
de recluirse o de encerrarse en si misma, realiza el mayor de los esfuerzos de toda su vida en desplegar sus alas de tal manera que la sombra que produzca, sea la mayor jamás vista. De esta manera produce una aerodinamia que la eleva hasta las mayores de las alturas donde encontrará el lugar que ella misma elige para su muerte.

La última imagen que puedas tener de un águila siempre será la de la majestuosidad de su figura con sus alas extendidas al máximo.

FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Los obstáculos no tienen por que frenarte.
Si corres y encontrás una pared.
No retrocedas ni te rindas.
Imagínate como treparla o como atravesarla. O si no como convertirla en tu fortaleza.
Y trabajar con ella ahí."

(Michael Jordan)

domingo, 13 de marzo de 2011

El camello y la cuerda

Había una vez un árabe que viaja­ba por el desierto en la noche, acompañado por 20 camellos. A la hora del descanso, sus esclavos, se encontraron con que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos.




Entonces consultaron al amo, y éste les dijo:

-Simulad que claváis una estaca cuando lleguéis al camello número 20, pues como el camello es un ani­mal muy tonto, se creerá que está atado.




Efectivamente, así lo hicieron, y a la mañana siguiente todos los came­llos estaban en su sitio, y el número 20 al lado de lo que se imaginaba una estaca, sin moverse de allí.

Al des­atarlos para marcharse, todos se pu­sieron en movimiento menos el nú­mero 20 que seguía quieto, sin mo­verse.
-Señor, hay un camello que no sigue a la caravana.


-¿Es el que no atastes ayer porque no tenías soga?


-Sí ¿cómo lo sabe?

Entonces el amo dijo:

-No importa. Ve y haz como que lo desatas, si no va a creer que sigue atado. Y si lo sigue creyendo no caminará.


Así lo hicieron y el camello enton­ces se levantó y se puso a caminar con los demás.

Ésta es una buena imagen que pue­de ilustrar cómo actuamos los seres humanos cuando funcionamos programados y no podemos ver por nosotros mismos, ni decidir por nosotros mismos, sino que nos manejan los hábitos adquiridos, nos dominan unos gestos determina­dos, aprendidos, que ya no cuestionamos por nosotros mismos, condicionados por la costumbre y por nuestra programación, nos ponemos unos límites fijos, que no son reales..... Atención.Atención. Atención.

FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"El modo en que una persona toma las riendas de su destino
es más determinante que el destino en sí mismo"

domingo, 6 de marzo de 2011

El buitre, el murciélago y la abeja

EL BUITRE
Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.

La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros. Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentara volar sino que quedara prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo.

El MURCIELAGO:
El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche. Una criatura sumamente hábil en el aire, no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire. Entonces,
inmediatamente despega rápidamente.
LA ABEJA
La abeja, al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo. Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma.

LAS PERSONAS
En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera. Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba. Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema.

Entonces, sólo mira hacia arriba.
Porque la tristeza mira hacia atrás, la preocupación mira hacia alrededor, ¡pero la Fe mira hacia arriba!


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"No es la carga lo que te destruye,sino la forma en que la llevas" (Lena Horne)

domingo, 27 de febrero de 2011

El burro y el pozo

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.

El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer.

Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.

Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.

El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.

El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra.

Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba.

Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos.

SE PUEDE.
NUNCA LO OLVIDES.
NADA MÁS HAY QUE INTENTARLO CREYENDO EN UNO MISMO.

FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Cada dia es una vida en miniatura". (Schopenhauer)

domingo, 20 de febrero de 2011

La Vaca

La historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué muchas personas viven atadas a una vida de mediocridad y no logran superar los obstáculos que les impiden triunfar.

No obstante, para el maestro, la lección más importante que el joven discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuando finalmente nos liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.

Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar con él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia. Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las viviendas.

Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda.

Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.

Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.

Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca. Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor nutricional.

Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total.

Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato discípulo. Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender”.

Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los incrédulos ojos del joven.

Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a esta familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo único que poseía esta familia?”Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber que suerte correría aquella familia ante la pérdida de su única posesión.

Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.

Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a ver que suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de aquel lugar y había construido una mejor vivienda.

¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos? Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se debatía entre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar el viaje y evitar confirmar sus peores sospechas.

Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un año atrás le diera morada en su vivienda. ¿Cómo es posible? preguntó el joven. Hace un año en nuestro breve paso por aquí, fuimos testigos de la profunda pobreza en que ustedes se encontraban.

¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca, el hombre relató como, coincidencialmente, el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su vaca, había degollado salvajemente al animal.

El hombre continuó relatándole a los dos viajeros cómo su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido de desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la vaca había sido su única fuente de sustento. El poseer esta vaca le había ganado el respeto de sus menos afortunados vecinos, quienes envidiaban no contar con tan preciado bien.

Sin embargo, continuó el hombre, poco después de aquel trágico día, decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo del terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos.

Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.El maestro, quien había permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del hombre, llamó al joven a un lado y en voz baja le preguntó: ¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde ahora se encuentra? Seguramente no, respondió el joven.

¿Si ves? Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria.Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, así no fuese más que una flacuchenta vaca, debieron tomar la decisión de buscar algo más.

En otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria.

Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, mas no lo suficiente como para querer cambiarla. ¿Ves lo trágico de esta situación?Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo y buscar uno mejor.
No obstante, cuando tienes un trabajo del cual no gustas, que suple tus necesidades básicas pero no te ofrece la oportunidad de progresar; que te ofrece cierta comodidad pero no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes.Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida.

Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.

FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Cuando cambias la forma de ver las cosas,
las cosas que ves, cambian"

domingo, 13 de febrero de 2011

Las alas son para volar

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, me parece que sería penoso que te limitaras a caminar, teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

- Pero yo no sé volar - contestó el hijo.

- Es verdad... - dijo el padre y caminando lo llevó hasta el borde del abismo en la montaña.

- Ves, hijo, este es el vacío. Cuando quieras volar vas a pararte aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y extendiendo las alas, volarás.

El hijo dudó:

- ¿Y si me caigo?

- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento - contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente le dijeron:

- ¿Estás loco? ¿Para qué? Tu viejo está medio zafado... ¿Qué vas a buscar volando? ¿Por qué no te dejas de pavadas? ¿Quién necesita volar?

Los más amigos le aconsejaron:

- ¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y, con coraje, saltó... Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero igual se precipitó a tierra...

Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre:

- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé y ¡mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas sólo son de adorno.

- Hijo mío - dijo el padre - Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse en un paracaídas, necesitas cierta altura antes de saltar.

Para volar hay que empezar corriendo riesgos.

Si no quieres, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.

Una frase para acompañarte en la semana

"Hay dos maneras de afrontar las dificultades.
O las cambias, o te sitúas en otro lugar para encararlas"
(Phyllis Bottome)

domingo, 6 de febrero de 2011

Ser bueno en el trabajo no es suficiente

Juan trabajaba en una empresa hacía dos años.Siempre fué muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió ninguna amonestación.

Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:


- Señor, trabajo en la empresa desde hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado. Mire, Fernando ingresó en un puesto igual al mío hace solo seis meses y ya ha sido promovido a supervisor.

- ¡Ajá! -respondió el gerente-. Mientras resolvemos este problema que me planteas, quisiera pedirte que me ayudes a resolver otro. Quiero dar fruta al personal, para el almuerzo de hoy. En el negocio de la esquina venden frutas. Por favor averigua si tienen naranjas.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo de su jefe y en 5 minutos ya estaba de vuelta en la oficina.

- Bueno Juan! ¿qué averiguaste?


- Señor, sí tienen naranjas para la venta.

- ¿Y cuánto cuestan?


- ¡Ahhh...! no pregunté eso.

- Bueno, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?,- preguntó serio el Jefe.


- Tampoco pregunté eso señor.

- ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?


- No sé señor, pero creo...

- Bueno, -dijo el Jefe-, espera, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dió las mismas instrucciones que le había dado con anterioridad a Juan
y en 10 minutos estuvo de vuelta.
Cuando volvió,el Jefe le preguntó:

- Bien Fernando, ¿que noticias traes?

- Señor, tienen naranjas, las suficientes para todo el personal y, si prefiere, también tienen bananas, manzanas, kiwis y peras. La naranja está a 15 el kilo, la banana a 22, la manzana a 9 el kilo y el kiwi y el melón cuestan 28 el kilo. Me dijeron que si compra fruta en cantidad, nos harán un descuento del 8 por ciento. He dejado separada la naranja, pero si usted elige otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

- Muchas gracias, Fernando, pero espereme un momento.

Se dirigió a Juan, que había quedado boquiabierto y le preguntó:

- Juan, ¿que me decías?

- Nada señor, eso es todo. Muchas gracias. Con su permiso...


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA: "El éxito es en gran parte el producto de elevar constantemente el nivel de nuestras aspiraciones
y el de nuestras expectativas"
(Jack Nicklaus)

domingo, 30 de enero de 2011

TU ERES TU PROPIA EMPRESA

Tu eres tu propia empresa, y el mundo la empresa de todos...
Una empresa estaba en situación difícil y las ventas iban mal, los trabajadores y colaboradores estaban desanimados, y la situación financiera del negocio era crítica.

Era preciso hacer algo para revertir el caos.
Nadie quería asumir nada. Por el contrario, el personal apenas reclamaba que las cosas andaban mal y que no existía perspectiva de progreso en la empresa.

Ellos consideraban que alguien debería tomar la iniciativa de revertir aquél proceso.

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la portería un enorme cartel que decía:

"Falleció ayer la persona que impedía el crecimiento de nuestra empresa. Usted está invitado a participar del velorio en el salón de los deportes."

Al principio todos se entristecieron ante la muerte de alguien, pero después de algún tiempo, sintieron curiosidad por saber quién estaría bloqueando el crecimiento de la empresa.

La agitación en el salón de deportes era tan grande que fue preciso llamar a los guardias de seguridad para organizar una fila india.

A medida que las personas iban aproximándose al cajón la excitación aumentaba.

-¿Quién era el que estaba estorbando el progreso?-

¡Qué suerte que este infeliz se murió!!!

Uno a uno, los trabajadores agitados se aproximaban al cajón, miraban al difunto y se quedaban pasmados en seco, quedando en absoluto silencio como si hubiesen sido heridos en lo más hondo de sus almas.

Pues bien, ciertamente usted no habrá imaginado que había en el fondo del cajón...

¡Había un espejo!..

Reflexiones:

*Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: tu mismo.
*Tu eres la única persona que puede cambiar tu vida.
*No sigas intentando falsas salidas.
*No sigas llenándote de falsas esperanzas!.
*No sigas buscando responsables, fuera de ti, de lo que tu no puedes hacerte cargo.
*Y por ultimo no vivas quejándote de que no se puede hacer nada,
porque otros en tu misma posición hemos tomado el futuro en nuestras manos.
*No queda otra: Si todos hacemos como tu, esto no cambia. Distinto es si le pones manos a la obra.
*Es dentro tuyo donde encontrarás la energía y las respuestas para autotransformarte y junto con los demás transformar esta sociedad, y de esa forma construir la humanidad. Un verdadero mundo nuevo, con un nuevo hombre lleno de Paz de Fuerza y Alegría.
*Los seres humanos hemos construido ámbitos que cuentan con las herramientas necesarias para que esto se haga realidad, y desde hace mucho, mucho tiempo están muy cerca tuyo. Están al alcance de tu mano


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar" (Paulo Coelho)

domingo, 23 de enero de 2011

Mira los gansos


La próxima temporada, cuando veas los gansos emigrar dirigiéndose hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, fíjate que vuelan en forma de V.

Tal vez te interese saber el por qué lo hacen en esa forma. Lo hacen porque, al batir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que vá detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo.

Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente porque, apoyándonos mutuamente, los logros son mejores.

Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se dá cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante.

Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y más placentero alcanzar las metas.

Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar.

Los hombres obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento, compartiedo los problemas y los trabajos más difíciles.

Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.
Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y protegerlo.

Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándolos y acompañándonos; si hacemos realidad el espíritu de equipo; si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones; si entendemos el verdadero valor de la amistad; si somos concientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple, y el vuelo de los años más placentero.



FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Tenemos dos orejas y una sola boca.
Por lo tanto, debemos escuchar el doble de lo que hablamos"

viernes, 14 de enero de 2011

La fortaleza del bambú

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: Crece, maldita seas!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas en crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que -en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos-, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando. Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia. Tiempo...

Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos... Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi... nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué... Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés...

¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá solo estés echando raíces...

domingo, 9 de enero de 2011

La sabiduría del águila


El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión. A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho.

Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. Volar se hace ya tan difícil! Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación que durara 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo.

Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.

En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.

domingo, 2 de enero de 2011

La verdadera historia de los Reyes Magos

La historia de los Reyes Magos de Oriente fue escrita hacia el año 70 después de Cristo en arameo. Ese texto no se ha conservado, pero ha llegado hasta nosotros porque fue traducido al griego, que era el idioma más utilizado en la época en la cuenca del Mediterráneo.

La Historia de los Reyes Magos se encuentra en el Evangelio según San Mateo (2,1-12). De los cuatro Evangelios, solo Mateo nos cuenta este pasaje, cuando en tiempos de Herodes III el Grande, y habiendo nacido Jesús en Belén de Judea, llegaron allí en busca del Rey de los Judíos unos magos (magusàioi) venidos desde Oriente, siguiendo una "estrella" que les guiaba por el camino.

Sin embargo, en el texto de San Mateo no se les nombra ni como "Reyes", ni como "Magos", ni siquiera por los nombres como los conocemos: Melchor, Gaspar y Baltasar. La idea de que uno de ellos era negro, o que eran tres, es producto de la imaginación o de la literatura posterior. Pero hay otras cuestiones curiosas en torno a esta historia.

La larga tradición nos ha traído estos elementos identificadores que no se encuentran escritos. Algunos historiadores apuntan que se puede tratar de añadidos en la traducción griega del arameo a la historia que, escrita por Mateo, fue utilizada por Marcos y, más tarde, por Lucas. Otros estudiosos afirman que se pudo obviar el ofrecer datos tan concretos sobre quiénes eran los Reyes por considerarlo ambiguo o comprometido. Algo que parece carecer de base si se piensa que el texto está escrito muchos años después de que acontecieran los hechos.

También se ha considerado curioso que los primeros paganos ("primitia gentium", los primeros entre los paganos en adorar y reconocer al Señor) que fueron a venerar al Salvador fueran Reyes, y lo que resulta más chocante, que fueran "Magos". La clave de todo esta asunto puede encontrarse en el acierto de los traductores latinos del Nuevo Testamento que llevaron el texto a esa lengua, entre ellos San Jerónimo que en el siglo IV tradujo las Escrituras del hebreo al latín, quizá el primero que los identifica como Magos.

¿Pero a qué se llamaba magos, "magusàioi"? En tiempos del nacimiento de Jesucristo, los magusàioi eran adivinos y astrólogos, de origen caldeo, es decir, del área sirio-mesopotámica, lo que desde Judea suponía el Este geográfico. Así las cosas, el término magusàioi designaba a los charlatanes que practicaban algún tipo de magia, que practicaban la antigua ciencia de los Magû, tribu seguidora de Zaratrusta, que reunía las prácticas mágicas, astrológicas o adivinatorias del mundo persa.

Oro, Incienso y Mirra. El oro, el incienso y la mirra nos llevan hasta la llamada "Ruta del Incienso", una ruta que se extendía desde el Océano Índico, subiendo por la península Arábiga, trayendo hasta el mediterráneo productos del Asia Central. La única ruta capaz de traer hasta el portal de Belén esas mercancías. Siguiendo el relato apócrifo, esto es, cualquier libro que se atribuye a un autor sagrado, pero no está incluido en el canon de la Biblia, del Protoevangelio de Santiago o el llamado Evangelio armenio de la infancia (un texto datado en el siglo V o VI, y otros escritos, se fecha el nacimiento de Cristo un 6 de enero y la visita de los Reyes tres días después. En esos textos se nombra a tres Reyes, Melkon, rey de los persas, Gaspar, rey de los Indios y Baltasar, rey de los árabes. Lógico es pensar que las mercancías o presentes que le entregaron al Salvador procedían no solo de la ruta propia de distribución de esos productos, sino de su lugar de procedencia como reino.

El oro representaba el signo de la divina majestad y de la realeza. El incienso simbolizaba el sacrificio y la mirra era una representación funeraria, que ponía de manifiesto la fragilidad humana.

El Pesebre. San Jerónimo, como decíamos pieza clave en la traducción del texto que nos trae la llegada de los reyes magos, habla de "praesepe" o "praesepium", que podríamos
traducir como pesebre, lugar según el cual los Evangelistas indican el objeto sobre el que fue depositado Jesús al nacer. Es esta la única y misma indicación que dieron los cuatro Evangelistas, localizado en una gruta de Belén, que San Jerónimo visitó en el siglo IV, momento en el que dejaba de estar en manos de los paganos que celebraban allí la fiesta o culto de Atis. Curiosamente entre estos ritos se incluía la presencia de un buey y un asno.

El pesebre o el lugar de la Natividad, ahora epicentro de la basílica constantiniana de Belén, en la que los peregrinos entraban para rascar, de las paredes, el carbonato cálcico que se convertía en una reliquia conocida como "leche de María", a la que se concedía el poder de proteger el periodo de lactancia para las madres.


Los Reyes Magos. Melchiar, Melchor, era el rey de Nubia y de Arabia. Jaspar, Gaspar, era el rey de Tharsis y de Egriseula, oscuro de piel como los etíopes. Y Balthasar, Baltasar, rey de Godolia y de Saba. Según la tradición, los tres permanecieron vírgenes toda su vida. Aunque hablaban diferentes idiomas, fueron conducidos en dromedarios, por la estrella, que se detuvo tras trece días de camino frente al portal, el lugar del nacimiento del rey de los judíos, el Mesías. La Estrella les había guiado hasta allí recorriendo un camino sinuoso, extraño... Cuando, terminada su misión, deciden volver la Estrella ha desaparecido, ya no les guiaba. Otra leyenda dice que tardaron trece años en regresar a sus reinos, se desconoce lo que les entretuvo por el camino. La Estrella volvió a aparecerse, pero como presagio del fin de los días de los reyes sobre la Tierra. Melchor murió a los 116 años de edad, Gaspar a los 112, cinco días después que el anterior; y Baltasar a los 109, seis después que Gaspar. Fueron enterrados juntos y mientras la estrella brillaba sobre el cielo, sus cuerpos permanecieron incorruptos.

Las Reliquias de los Reyes Magos. Un 1 de junio del año 1164 Federico Barbarroja ordenó llevar, desde la iglesia de San Eustorgio de Milán hasta Colonia, las reliquias de los Reyes Magos, es decir, sus cuerpos. Fueron depositados en la iglesia de San Pedro. Se hallaban en Italia desde el siglo IV, cuando el noble griego Eustorgio había llegado a Milán enviado por Constantino, habiendo sido proclamado obispo y recibiendo como regalo, al parecer por sus bondadosas obras, las reliquias de los Magos de Oriente.

El culto a los Reyes Magos en occidente data del siglo XII. A partir del siglo siguiente comenzaron a desarrollarse representaciones teatrales en torno a su figura. La Historia, que había sido compuesta por un sinfín de datos más o menos contrastados, fue finalmente escrita entre 1364 y 1374 por Juan de Hidelsheim, un prior carmelita alemán en la Historia Trium Regum, basada en la Historia Scholastica de Pedro Comestore escrita en el lejano siglo XI.