
Formación de la Navidad como fiesta cristiana

El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero,que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.
Adopción de la fecha de Navidad como 25 de diciembre

En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio Romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertir al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convertió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.
Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, Venezuela y Chile). Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros.
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).
Prohibición de la Navidad
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibido por algunas iglesias protestantes llamándola “trampas de los papistas” y los hasta “garras de la bestia” debido a su relación con el catolicismo, como hacen actualmente los Testigos de Jehová. Después de la victoria parlamentaria del Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647 los gobernantes puritanos ingleses prohibierón la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con esloganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navidadeñas, utilizando argumentos puritanos.
En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazarón la Navidad y su celebración fue declarada ilegal en Boston, de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguierón las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
Fiestas no cristianas del 25 de diciembre

Veamos otro comentario al respecto dado por el Rabi Dan.
Por otro lado, no solamente la religión pagana del Imperio Romano celebraba estos festivales, sino que a su vez, los romanos lo heredaron de los persas.
Los descubrimientos arqueológicos muestran que en el cercano y en el lejano oriente, tanto los persas, como los árabes, como los orientales, celebraban el nacimiento del dios MENI asociado con la Luna de donde procede el dicho de “el hombre de la luna” o “la cara de la luna”.
El Mitraísmo tenía dos días sagrados: el primer día de la semana que vino a ser reconocido como “el venerable día del sol” y diciembre 25 conocido como “Dies Natalis Solis”, es decir, “el nacimiento del sol”.
Así que en el Imperio Romano se celebraban estas tres festividades:
Primero: El día del dios MENI, el 24 de diciembre.
Segundo: El día del nacimiento del dios sol, el 25 de diciembre.
Tercero: el primer día de la semana, el venerable día del sol.
Debemos recordar algo interesante aquí.
No sé si usted se pondrá bravo conmigo, pero lo diré de todos modos.
La dios Mitra, de donde surge el término “Mitraísmo”, es decir, la religión del Imperio Romano para los días cuando Constantino tomó el trono, el dios Mitra, fue adorado como “guardián de los brazos”.
Mitra fue visto como el protector del ejército de Roma y del soldado romano.
Parte de la adoración a Mitra incluía el conocido “apretón de manos” gesto con el cual los soldados romanos mostraban que no estaban “armados” y consecuentemente era un acto de amistad, para entonces poder entrar a adorar al dios del ejército.
Fueron los soldados romanos los que exportaron el “apretón de manos” como señal de amistad y de concluir “contratos”, representando así que no ha habían usado “armas” escondidas, es decir, trampas.
Cuando somos confrontados por estos hechos, no podemos escapar a la conclusión de que la Navidad como es conocida y celebrada hoy, tiene un trasfondo pagano que ha sido mezclado con cristianismo.
Fue debido a esto que los grandes reformadores, Lutero y Calvino, repudiaron estas prácticas.
Miremos un momento la Escritura:Isaías 65: 1-11.
Observa el Vr. 11: “Ponéis mesa para la Fortuna”.
“Fortuna” es la traducción de la palabra hebrea “GAD” para referirse al dios de la buena fortuna que adoraban los babilonios.
De aquí viene la palabra “afortunado”, la cual es de origen pagano.
“Fortuna” es una referencia también a GUDE, cuya palabra viene de una antigua raíz aramea que significa “invadir con tropas”, o “atacar”, de ahí que el ejército del Imperio Romano lo adoptara como su “guardián” bajo la figura de MITRA, el dios personal de Constantino quien vino luego a ser el jefe de la Iglesia Romana.
Miremos Isaías 65:11 otra vez.
Aquí no solamente se menciona a “Fortuna”, sino también a “Destino”.
La palabra “destino”, es la traducción hecha del término hebreo MENI.
“Meni” significa “destino”, pero es el nombre de una deidad pagana de origen babilónico.
Tenemos aquí dos demonios en forma de dioses, que están siendo condenados por la Palabra: Fortuna y Destino, gad y meni.
Fortuna y Destino no son adjetivos, son los nombres personales de dos deidades paganas que adoraban los babilonios.

Alegoría de Cristo en forma del dios solar Helios o Sol Invicto Conduciendo su carroza. Mosaico del siglo III d. C. de las grutas vaticanas en la Basílica de San Pedro en el techo de la tumba del Papa Julio I.
En Persia (actual Irán) se celebraba, hace cuatro mil años, y coincidiendo con el solsticio invernal, Yalda, el Natalicio del dios solar Mitra, el dios de la Luz, la antigua divinidad meda-persa).
Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del “Natalis Solis Invicti” o “Nacimiento del Sol invicto”. Asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizan para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
Los egipcios festejaban en invierno el nacimiento de su dios solar Horus, hijo de Osiris y Isis. Según la mitología, Horus nació de la virginal Isis, de manera análoga, a la imagen cristiana de Cristo y la Virgen María.
Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. “Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.”

Tal y como comenta Isaac Asimov en su guía de la Biblia: “Podría ensamblar el cristianismo sin sobrepasar su felicidad de Saturnalia. Era solamente necesario que ellos justamente saluden el nacimiento del hijo en vez que el del Sol”. Por lo que la Navidad cristiana no es imitación, ni parodia de estas fiestas no cristianas del nacimiento de los dioses solares; como si los dioses no cristianos y Jesucristo hubieran nacido el mismo día.

Muy interesante la información, pero con un montón de nombres difíciles de recordar. De todos modos es bueno conocer de donde viene el que el día 25 de diciembre sea la fecha elegida para la Navidad. Pasadlo bien estos días, cultivar una felicidad que pueda durar el resto del año. Besos.
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